Tabla de Contenido

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--Amar a alguien de tu mismo sexo no es Malo [[ Yaoi – Lemon]] [[SuG]]

Cap. 1 -- Las primeras sospechas de Yuji

Cap. 2 –Casi te lo digo

Cap.3 – Confesiones

Cap.4 – Te amo Takeru

Cap.5 –Chiquito pero Picoso

Cap.6 – Nuestro Primer beso

Cap.7 – Celos… Malditos Celos

Cap.8 -- ¿Así de rápido se terminó Todo?

Cap. 9-- Mas peleas empeoran la situación

Cap.10 – Soñar a veces es Peligroso

Cap.11 – Mi primera vez

Cap.12 – Final.

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--Todo Por mi Amor [[ Yaoi – Lemon -- Muerte de un Personaje ]] [[Malice Mizer]]--

Cap.1 - Mana se enamora.

Cap.2 - Mana no quiere que nada le pase a Kami.

Cap.3 - Mana está feliz.

Cap.4 - Mana tuvo su primera vez.

miércoles, 12 de enero de 2011

Todo Por mi Amor (cap.2) “MANA NO QUIERE QUE NADA LE PASE A KAMI”


Al llegar al hospital llevan a Kami a la sala de emergencias mientras Mana, inquieto, se queda en la sala de espera. Pasados unos minutos llegan los demás integrantes de la banda.
--¿Cómo está Kami?—preguntaron apenas llegaron.
--Está en emergencia, el medico me dijo que me informaría apenas supieran que tenía—respondió Mana.
Los demás integrantes se sentaron a esperar el estado de su amigo, opero Mana no conseguía la calma, caminaba de izquierda a derecha, se asomaba por las ventanas, entraba y salía del hospital.
--Mana estate quieto ¡Carajo! Vas a hacer un agujero en el suelo—Dijo Yu-ki nervioso.
Mana le da una mirada fría, malvada y amenazadora, se mete una mano en el bolsillo y saca un cigarrillo se dirige a las afueras del hospital y se recuesta de un árbol empezando a fumar y mirando a su alrededor.
Mana*Ojala no le pase nada a mi Kami*
Sin poder evitarlo los ojos de Mana se llenaron de lágrimas y no eran causadas por el humo de su cigarrillo, Mana comenzó a llorar de sólo pensar que algo pudiera sucederle a Kami.
Mana dirigió su mirada hacia el cielo, se calmó un poco y apagó lo que le quedaba de cigarrillo estrujándolo contra el árbol.
De nuevo sus ojos se inundaron de lágrimas y Mana los cerró apretándolos fuertemente, intentando detener su llanto, una negra lágrima rodó por su mejilla dejando tras si un rastro de maquillaje que Mana limpió enseguida. Mana dirigió su mirada hacia arriba de nuevo y encendió otro cigarrillo después de dar un doloroso suspiro, cuando comenzó a fumarlo Közi abrió la puerta del hospital e hizo señas llamando a Mana quien enseguida apagó el cigarro y se acercó corriendo al interior del hospital.
--¿Qué sucede?—preguntó Mana recuperando el aire.
--El joven despertó—respondió el médico.
Al oír aquello a Mana lo invadió una alegría enorme, pero no duraría mucho tiempo.
--¿Cómo está?—preguntó Mana.
--Por ahora está estable, pero aún no sabemos que le pasó, así que haremos más exámenes.
--¿Podemos verlo?—preguntó Közi.
--Por supuesto. ¡Enfermera! Llévelos al 252—dijo el doctor,
La joven enfermera los dirigió a la habitación de Kami.
--Les agradezco no hagan que se exalte, podría ser perjudicial—dijo la enfermera retirándose de la habitación.
Pasados algunos días los médicos se encontraban haciendo una resonancia magnética a Kami, intentando develar la causa de aquel extraño desmayo y los síntomas del joven.
--Doctor… ¿Usted cree que con eso, sabrá lo que tiene?—preguntó Yu-ki
--Sí, tenemos hipótesis de lo que padece el joven. Si ésta resonancia demuestra lo contrario tendremos que empezar de nuevo—dijo el Doctor.
La máquina comenzó a introducir lentamente a Kami dentro de si, y en un monitor ubicado en la sala donde estaba el médico y los demás comenzaron a aparecer las imágenes del interior de Kami.
--Tal cual, como lo sospeché—dijo el Médico inspeccionando las imágenes.
--¿Qué? ¿Qué sucede?—preguntó Yu-ki.
--Es duro… Pero su amigo tiene un tumor alojado en la base del cerebro—dijo el médico.
--¿¡¡ QUÉ ¡!?—preguntó Mana sorprendido.
--Como lo escuchó joven… Al parecer se trata de un cáncer muy extraño, las estadísticas indican que aparece un caso por 80 individuos—explicó el doctor.
Mientras El doctor explicaba Mana sentía que el mundo se desvanecía a su alrededor y su alma se partía en pedazos. Devastado por la noticia se llevó las manos a la cabeza y caminó hacia la puerta de la habitación.
--¿Y que se puede hacer?—preguntó Shue.
--Lo más recomendable es extirparlo, cuanto antes—dijo el médico haciendo énfasis en la última frase.
--¿si…. Si lo operan… se salva?—preguntó Mana, aún resignado a la terrible enfermedad que padecía Kami
--Por supuesto—dijo el doctor.
En el alma de Mana aquella resignación y tristeza cesaron y disminuyeron encendiéndose así, en su interior una chispita de esperanza.
Trasladaron a Kami a la sala de cirugía y como la operación era larga, los muchachos fueron al hotel a bañarse y cambiarse de ropa, tal vez a descansar un poco.
Mana Sama fue el primero en llegar al hospital, vestía un pantalón negro con unas botas  de punta, una camisa blanca  y una chaqueta  negra con hebillas, su cabello a los lados de su rostro aún estaba húmedo y su cara lucía limpia e impecable libre de maquillaje a excepción de una ligera sombra de ojos negra.
Mana preguntó en la recepción por la operación de su “amigo”
--La cirugía aún no termina, puede esperar en la sala o regresar más tarde—respondió la enfermera
Mana Sama se fue a la sala de espera y se sentó, permaneció inmóvil observando el reloj, el tiempo parecía no avanzar a pesar de que las agujas del reloj se movían. Mana se levantó, caminó, se sentó de nuevo, sse puso de pie de nuevo, miraba el reloj. Parecía no tener tranquilidad. Un feo presentimiento rompió su corazón y se sentó a llorar, luego de unos minutos se calmó.
--Tome joven—dijo la misma recepcionista que lo había atendido entregándole un té de hojas verdes—Esto le ayudará a calmarse—dijo sonriendo.
Mana lo recibió, agradeció y lo bebió, miró el reloj
--Solo han pasado 15 minutos desde la última vez que vi el reloj—Dijo Mana.
Se puso de pie y se recostó de una pared, allí esperó 2 largas horas que parecía una eternidad. Mana observaba como la gente pasaba, las enfermeras corrían, camillas entraba y camillas salían.
Un médico se acercó con la bata manchada de sangre, le puso la mano en el hombro a Mana quien enseguida lo miró y se horrorizó por tanta sangre, temiendo lo peor.
--La operación fue todo un éxito—dijo el doctor.
--Arigato Gosaimazu—dijo Mana haciendo una reverencia.
--En cuanto despierte de la anestesia puede verlo—dijo El médico.
Mana hizo de nuevo una reverencia al medico quien se alejó, quizá a salvar otra vida.

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