Todo Por mi Amor (cap.1) “MANA SE ENAMORA”

Malice Mizer era el nombre de la banda fundada por Mana Sama, un chico sin duda hermoso, delgado, con una cintura bien formada, ojos negros, hermosos labios azules, tenía un porte de muñeca de porcelana conservando su masculinidad.

A  parte de Mana Sama habían 4 integrantes más, Közi un chico rudo, Yu-ki y Shue eran más retraídos y Kami con una personalidad única que enamoró a Mana apenas lo conoció.

Pero Kami ocultaba algo extraño. A veces en los ensayos de la banda sentía malestar en su cuerpo y palidecía, se mareaba y parecía irse a otro mundo debido a las alucinaciones que le provocaba la alta fiebre.

--¿Kami te sientes bien?—Pregunto Yu-ki al ver a Kami pálido y desganado.

--Si, creo que es por la vitamina que dejé de tomar—respondió Kami.

Pero Mana presentía que lo que tenía Kami era más grave, y se dio cuenta de que eran ciertas sus sospechas un día a mitad de un concierto.

El cuerpo de Kami calló desmayado al suelo, parecía estar sin vida.

Ante aquel incidente todos sus compañeros integrantes del grupo corrieron a auxiliarlo, mientras las fans estaban asustadas y muchas temían lo peor.

--¡No lo sofoquen, déjenlo respirar!—exclamó Közi apartando a los demás.

--Su pulso es débil—dijo Shue retirando sus dedos de la muñeca de Kami.

--Estimado público, sentimos mucho lo sucedido, nuestro compañero Kami se ha desmayado. Debemos suspender el concierto. Lo sentimos mucho.—dijo Mana dirigiéndose al público.

Las fanas comenzaron a gritar “Kami vamos, Kami”

Los miembros del staff ya habían llamado una ambulancia la cual llegó apenas terminaron de bajar el pesado telón que separa el cuerpo inconsiente de Kami de las exaltadas fans.

--Mana ¡Qué sucede? Nte veo muy preocupado. Comprendo que lo de Kami es para preocuoarse, pero te estás poniendo nervioso.—preguntó el otro guitarrista Közi.

--Me preocupa el estado de Kami—respondió Mana en voz baja

--Ojala no sea nada malo… ¡Irás al hospital?—

--No lo sé…—

----Date prisa… La ambulancia ya se va—dijo Közi sonriendo.

Mana le responde con una sonrisa y se pone de pie

--Encargate de mis cosas por favor—dijo Mana al salir del camerino.

Mana salió caminando de edificio.

--¡¡ESPERENME!!—les gritó Mana a los enfermeros que subían a Kami a la ambulancia.

Mana subió junto con ellos a la ambulancia y sujetó la mano de Kami mientras que con la otra acariciaba la pálida mejilla izquierda de su “compañero”.

--¡Que creen que tenga?—preguntó Mana

--Es difícil deducirlo, no parece un desmayo cualquiera ya que no despertó al oler el alcohol. Sus signos vitales están muy débiles, al parecer es algo cardíaco. Pero no me precipito a decir nada aún, mejor esperemos la opinión de un cardiólo o un médico general—Respondió el enfermero revisando la tensión arterial de Kami.

Era notable el grave estado de Kami, pero más notable era la preocupación en el rostro de Mana